11/09/2011, Au Chili, la jeunesse se souvient de l'autre 11 septembre, Regards
Le Chili connaît ses plus grandes manifestations populaires depuis la chute de la dictature Pinochet en 1990. Née dans une démocratie néolibérale où les inégalités se creusent, la jeunesse chilienne réclame une éducation publique, gratuite et de qualité. Au-delà du gouvernement, elle s'en prend à l'héritage de la dictature, et renoue symboliquement avec la séquence Allende. Cette année, le 11 septembre a un goût amer pour la classe politique chilienne.09/09/2011, Carlos RIVERA LUGO, La barbarie de los 11 de septiembre, Rebelión
¿Qué tenemos que ver los habitantes de Nuestra América con el 11 de septiembre? En todo caso, mi memoria histórica acerca de esa fecha no empieza con el ataque terrorista en el 2001 contra las torres gemelas del "World Trade Center", sino con el criminal asalto militar de 1973 contra La Moneda, la casa presidencial chilena. Poco más de tres mil vidas inocentes fue el "daño colateral" de la primera, anunciada por sus perpetradores como "el golpe de Dios Omnipotente" contra uno de los órganos vitales del "mal". Mientras, el saldo brutal de la segunda fue sobre 30,000 vidas, incluyendo la de su heroico presidente Salvador Allende, víctimas también de otra cruzada fundamentalista: el anticomunismo.08/09/2011, Alvaro CUADRA, 11 septembre 1973, coup d'Etat au Chili, Investig'Action
Sin embargo, mi memoria histórica sigue resistiéndose a los simplismos ideológicos. Me trae a la mente esos otros "11 de septiembre" que han marcado mi consciencia, por lo menos en el último medio siglo. Los bombardeos criminales de Estados Unidos sobre Hanoi y todo el territorio vietnamita, incluyendo el uso de armas químicas de destrucción masiva. Murieron sobre 3 millones de vietnamitas, de los cuales 2 millones eran civiles. Igualmente recuerdo la aniquilación en 1989 -con, entre otras cosas, el bárbaro napalm usado en Viet Nam- del barrio Chorillos de la Ciudad de Panamá, donde murieron 10,000 civiles panameños como resultado de la ilegal invasión militar estadounidense.
Las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán, y la no declarada en Pakistán, han dejado igualmente cientos de miles de muertos, en su mayoría civiles. Continúa operando, con absoluta impunidad, el campo de concentración estadounidense en Guantánamo. La Corte Penal Internacional saca pecho para investigar y condenar los delitos de los "malos", mientras condona los crímenes de los "buenos". Bush y su vicepresidente Cheney admiten y defienden públicamente sus crímenes y nadie su inmuta. Quien sumisamente le ha dado continuidad a las políticas criminales de éstos, el presidente Barack Obama, la Academia Sueca le otorga el Premio Nobel de la Paz. Y con ese premio en mano, ha agredido a Libia y producido allí, junto a sus aliados europeos, otro violento e ilegal "cambio de régimen", con su secuela abismal de muertos.
Difficile de faire allusion aux événements du 11 septembre 1973 en laissant de côté ses propres passions. Car ils ont été traumatisants pour une grande majorité de Chiliens et les conséquences se font toujours sentir aujourd'hui : le coup d'Etat d'il y a plus de trente ans n'est pas enterré. Au contraire, le présent économique, politique et culturel du Chili ne s'explique pas sans lui.Lire aussi : Dossier documentaire 11 septembre 1973, Monde en Question.
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